domingo, 11 de septiembre de 2011

Entre focas, baile y deporte

Era yo un empleado más de aquella mansión. Ayudaba en las labores cotidianas, y dormía al igual que los demás trabajadores en el mismo cuarto. El día último, en que la mansión debía abandonarse durante un período, recuerdo que mi obligación era acarrear diez focas, para colocarlas dentro de un gran tambo con agua. De las diez focas, cinco de ellas eran pequeñas, y las restantes eran enormes. Éstas últimas serían mi primer tarea, situación que me provocó mucho temor, pues se salieron de control, y aquellas mascotas amables y cariñosas con sus cuidadores, quedaron en el olvido. Estábamos dentro de un centro comercial, lo recuerdo bien, y fue precisamente en el área de congelados, donde había la indisciplina. Saludé a todos los que se encontraban ahí con cierta familiaridad. Hasta logré observar a quien fuera medallista olímpico en 1984, Raúl González. Como estaba muy ocupado ni siquiera me devolvió el saludo. Es todo lo que puedo recordar, puesto que el temor me invadió por completo y sólo pensaba en correr y escalar cualquier lugar para que no me alcanzara el mamífero...En otra parte del sueño, estaba dentro de una habitación, no recuerdo exactamente con quien, había alfombra, y de repente me puse a realizar una especie de sentadilla, como las que utilizaba John Travolta en "Fiebre de Sábado", justo cuando hipnotizaba al público con su baile en solitario. Estando yo realizando esto, no se me olvida que hasta dije a mis oyentes: "¡Mejor ejercicio que éste para fortalecer las piernas, no hay!". Y todos reían. Por un instante creí que mis acompañantes de trabajo, siempre habían sido unos primos, los hijos de mi tío Lupín, pero no logro recordarlos a la perfección.

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