domingo, 18 de septiembre de 2011

Tentadora invitación

Abraham y Alejandro fueron compañeros de escuela cuando éramos niños. Se hicieron presentes en el sueño de anoche. Algo curioso que aconteció en el mismo, fue que Alejandro me decía que habría una sesión en su casa, donde se jugaría a la ouija. Pese a mi extrañeza, recordé que cuando estábamos en la escuela, muchos años atrás, ya me había comentado que jugó con ese instrumento y que no le había pasado nada malo desde entonces, como según suelen decir quienes se atreven a jugar con lo oculto. No recuerdo haber ido a jugar con él, pues mientras esto me decía, hablaba por mi celular aunque no logro recordar con quién, y mucho menos de qué temas charlábamos.
Creo que es todo lo que puedo recordar.

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